16 may 2010

PRÁCTICA 46: Liderazgo o Manipulación de personas.

¿LÍDER O MANIPULADOR?

SEA UN LIDER

SEA UN MANIPULADOR

1.- Empiece con elogio y aprecio sincero. Siempre es más fácil escuchar cosas desagradables después de haber oído algún elogio.

Antes de cualquier trabajo de grupo, consulte primero con el Jefe de los participantes para saber qué es lo que él o ella realmente quieren. Recuerde que es el Jefe el que le paga.

2.- Tiene que distribuir el poder y la responsabilidad entre los miembros de tu grupo. Esta distribución juega un papel importante en la toma de decisiones y, por lo tanto, también en el apoyo que el grupo te otorga.

Si alguien cuestiona tu gestión o tu metodología, sugiere sutilmente (delante de otros) que debe buscar una asesoría psicológica personal por sus "obvios rasgos sociopáticos y falta de solidaridad y colaboración".

3.- El líder no lo es por su capacidad o habilidad en si mismas, sino porque estas características son percibidas por el grupo como las necesarias para lograr el objetivo.

El éxito de tus grupos depende de tu habilidad de sacar las "manzanas podridas" que están envenenando a los demás. Nunca indiques, sólo sugiere, insinúa.

4.- Hable de sus propios errores antes de criticar los de los demás. No es tan difícil escuchar una relación de los defectos propios si el que la hace empieza admitiendo humildemente que también él está lejos de la perfección. Admitir los propios errores, aun cuando uno no los haya corregido, puede ayudar a convencer al otro de la conveniencia de cambiar su conducta.

Todos sabemos que la gente no sabe lo que quiere, mucho menos lo que necesita, entonces no pierdas tiempo preguntándole. Tú eres el experto y debes decidirlo por ella y luego convencerle de lo que necesita saber y hacer. Puedes lograrlo con pseudo-preguntas como: "¿Has pensado en la posibilidad de...?" o "¿No crees que sería mejor...?".

5.- Haz preguntas en vez de dar órdenes. Hacer preguntas no sólo vuelve más aceptables las órdenes, sino que con frecuencia estimula la creatividad de la persona a quien se le pregunta.

Debes elogiar efusiva y públicamente a cualquier persona que diga o haga lo que tú quieres. Sin embargo, si te pones a elogiar al grupo o a un individuo por su iniciativa, sus cualidades personales o su autonomía, te tomará ventaja, correrás el riesgo de que se les suban los humos hasta llegar a pensar que pueden hacer las cosas sin ti.

6.- Permite que la otra persona salve su propio prestigio. Sin pensar jamás que herimos el orgullo del prójimo. Aun cuando tengamos razón y la otra persona esté claramente equivocada, sólo haremos daño si le hacemos perder prestigio. "No tengo derecho a decir o hacer nada” -escribió A. De Saint Exupéry- que disminuya a un hombre ante sí mismo. Lo que importa no es lo que yo pienso de él, sino lo que él piensa de si mismo. Herir a un hombre en su dignidad es un crimen.

Muchas veces tu éxito va a depender de tu habilidad de convencer a algún pobre diablo que él fue el autor de una idea que tú tienes y quieres implantar. Para lograrlo, es muy útil parafrasear o repetir parte de lo que dijo el otro, metiendo al final las palabras y frases que tú quieres oír: "Si te entiendo bien, para lograr las metas y reducir el estrés del equipo, estas sugiriendo que todo el personal trabaje una hora extra cada día, ¿así es? ¡Excelente idea! Entonces ya que está decidido, podemos... ".

7.- Elogia el más pequeño progreso y, además, cada progreso de los demás. Se "caluroso en tu aprobación y generoso en tus elogios". "El elogio es como la luz del sol para el espíritu humano; no podemos florecer y crecer sin él”. Y aun así, aunque casi todos estamos siempre listos para aplicar a la gente el viento frío de la crítica, siempre sentimos cierto desgano cuando se trata de darle a nuestro prójimo la luz cálida del elogio, -comento el psicólogo Jess Leir-.

De igual manera que utilizamos a otras personas para adelantar nuestras ideas, una parte importantísima de la manipulación es siempre tener a quien culpar cuando las cosas van mal. Esto requiere que nunca aceptes la responsabilidad por el impacto de tus acciones. Aprende el uso oportuno de frases como "Les advertí pero no me hicieron caso." o "Sólo soy asesor aquí." Cuando algo va mal y alguien sonríe, es que sabe a quien echar la culpa.

8.- Atribuya a la otra persona una buena reputación para que se interese en mantenerla. Las capacidades se marchitan bajo la crítica; florecen bajo el estímulo.

Aprende el arte de asentir con la cabeza y decir, con tu mejor sonrisa condescendiente: "¡Comprendo!", después de cada bobada que dicen.

9. Aliente a la otra persona. Haz que los errores parezcan fáciles de corregir.

Es un producto no de sus características, sino de sus relaciones funcionales con individuos específicos en una situación específica.

La poca prudencia de los hombres impulsa a comenzar una cosa y, por las ventajas inmediatas que ella procura, no se percata del veneno que por debajo está escondido.

10.- Llame la atención sobre los errores de los demás indirectamente. Procura que la otra persona se sienta satisfecha de hacer lo que tú sugieres.

Es necesario ser un gran simulador y disimulador; los hombres son tan simples y se someten hasta tal punto a las necesidades presentes que el que engaña encontrará siempre quien se deje engañar.

11.- Dependiendo si la situación requiere acción rápida e inmediata o permite deliberación y planeación, tú pueden caer en personas diferentes. Se diferente a los demás miembros de un grupo o de la sociedad por ejercer mayor influencia en las actividades y en la organización de estas.

Aprende a usar únicamente aquellas palabras con múltiples significados y diferentes, así nunca es necesario comprometerse. "Que nadie sepa lo que piensas". También sirve para poder decir ante cualquier dificultad posterior: "Ustedes no me entendieron." De especial utilidad son frases como: "Vamos a tratar de...", "Eso es muy relativo.", "Todos los expertos saben que...”, "¿Quién sabe?" o "No se puede...".

12. Para lograr adquiere status, tienes que lograr que el grupo o la comunidad alcancen sus metas, tu apoyo resultará que consigan para los demás integrantes de tu grupo un crecimiento mayor, lo mismo para tu comunidad o para la sociedad.

Es importantísimo que el grupo y todos sus integrantes reconozcan que no pueden hacer nada sin ti. Así que periódicamente debes inventar un nuevo estudio de clima organizacional o un nuevo curso o taller al que ellos puedan acceder, de preferencia utilizando durante ellos, neologismos, palabras inglesas o de moda en tu área de influencia. De esta manera podrás hacerte el indispensable.

13.- No estés hecho para todo, piensa que hay algo que dominas y te gusta hacer. Pues se ha encontrado que un individuo que destaca como líder en una organización, no necesariamente destaca en otra situación o actividad democrática, menos estructurada.

Sin embargo, esta destreza no es necesaria si controlas los fondos, una situación hecha a medidas para el manipulador. Lo único que tienes que hacer en este caso es utilizar frases claves en momentos propicios, como: "Hagan lo que consideren mejor, pero mi Agencia no va a estar muy contenta con..." u "Olviden Uds. que yo controlo todos los desembolsos; díganme tranquilamente lo que piensan".

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