13 may 2010

PRÁCTICA 28: Del tema: Elementos básicos del proceso de la comunicación: Emisor, Mensaje, Receptor, Código, Canal (Medio), Contexto.

“Manejemos el Canal. El teléfono descompuesto”.

Actividades: Instrucciones específicas:
El ejercicio consiste en seleccionar a un grupo de compañeras(os) -entre 10 y 15 personas- a participar en el juego. Las reglas son:
Ambientar el espacio para que haya cierto ruido físico: música y conversaciones entre los miembros del grupo, entre otras posibilidades.
Haber en fila una distancia de aproximadamente un metro entre uno y otro participante.
Pedir a la persona que vaya a iniciar el envío de la información que su mensaje se componga de más de doce palabras, que su comunicación sea emitida de forma rápida y audible sólo para la persona que le sigue, y que el mensaje exprese algo coherente.
Cotejar la primera información y el sentido y significado de la misma, con la comunicación del mensaje que exprese el último participante.
Terminar con las conclusiones acerca de esta experiencia.

Conclusiones:

Después de realizar la actividad, me pude percatar que cada uno de los integrantes realizaba el papel de emisor y receptor, también de forma individual, cada personaje era un medio. Entre los compañeros se trasmitían información, pero los elementos externos (el ruido) impedían que escucháramos bien el mensaje, por lo tanto la información recibida no era cien por ciento verídica.

Conforme la información pasaba de persona a persona, esta se modifica, y por lo tanto se convertía en un nuevo mensaje, el cual era distinto al original. Con esta actividad nos damos cuenta que poner atención es uno de los pasos para lograr captar un mensaje, pero el ruido que se encuentre a nuestro alrededor influye demasiado a la hora de emitir un mensaje, hay ocasiones que el ruido es tan grande, que este logra posicionarse en nuestra memoria. Aunque también en la actividad se logró observar a personas que por mucho ruido que existiese, lograron poner atención al mensaje emitido.

Por lo tanto, existen personas que captan información sin importarles el ruido, ellos se concentran en lo que el emisor emite y el ruido lo alejan. La información en un acto comunicativo es de vital importancia, y si esta no se obtiene en forma correcta, los individuos corremos el riesgo de encontrarnos con información, falsa o de dudosa procedencia. No sólo basta escuchar bien, también hay que interpretar bien lo que se nos dice y hay que saber predecir las posibles fuentes de ruido, para evitarlas y así lograr una mejor comunicación.

Hay momentos en que es inevitable controlar el ruido que proviene de las distintas fuentes existentes, para ello se debe construir un mensaje coherente, atractivo y de fácil interpretación. Sí se construye un buen discurso o se le da un giro nuevo a la información presentada, es probable que logremos evitar la mayor cantidad de ruido posible. En conclusión, el buen comunicador debe construir buenos mensajes, estos deben ser novedosos y creativos y sobretodo de fácil comprensión, para ello requiere de un conocimiento del receptor, después debe proveer las posibles fuentes ruido las cuales deberá eliminar. Y finalmente lograra observar una buena comprensión del mensaje emitido.

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